Desde hace
mucho tiempo, Botero estaba con ganas de salir
de Kelme. "Lo único claro es que
me quiero ir de Kelme", decía
a finales de octubre, luego de regresar de
Bélgica tras haberse coronado campeón
de contrarreloj en los Mundiales de Ciclismo.
"Ya cumplí un ciclo", afirmaba.
"Tengo ganas de cambiar."
Botero tenía razón en querer
romper con Kelme, empezando por el hecho
de que equipo español casi nunca
logró estar al nivel del pedalista
colombiano. En el pasado Tour de Francia,
por ejemplo, Botero tuvo que defenderse
prácticamente solo mientras que los
demás ciclistas de punta siempre
estaban acompañados de sus compañeros.
En Kelme casi nunca hubo alguien capaz de
seguir el ritmo del antioqueño.
Hay que reconocer que Kelme fue el equipo
que le abrió las puertas de Europa
al colombiano, pero ya era hora de cambiar
y de buscar nuevas y mejores alternativas
para el futuro.
Desde antes de las excelentes actuaciones
del pedalista paisa en el Tour y en los
Mundiales, Telekom ya había mostrado
su interés en Botero para reemplazar
al suizo Jan Ullrich, quien había
sido despedido meses antes por dar positivo
en varios controles antidopaje. La escuadra
alemana es considerada una de las más
importantes y poderosas del mundo ciclístico,
y está más que lista para
recibir a Botero, a quien el manager Walter
Godefroot, del equipo alemán, considera
un "corredor completo" y capaz
de enfrentar al campeón mundial Lance
Armstrong. "Con él tenemos un
equipo organizado", añadió,
por su parte, el portavoz Olaf Ludwig.
El equipo alemán podrá darle
la oportunidad al colombiano de seguir demostrando
todo lo que tiene para dar, y aunque el
ciclista afirma que las cosas dependen más
de lo que él pueda mejorar en sí
y "no tanto en el equipo", Telekom
está más a su altura y podrá
ayudarle mucho más que el Kelme a
alcanzar sus metas.
Botero sigue soñando con el Tour
de Francia; al menos con terminar en el
podio. Ahora, esa posibilidad se hace cada
vez mayor. Con un equipo que lo apoye, añadido
a su preparación, su talento y su
tenacidad, las cosas se vuelven mucho menos
complicadas. Con seguridad, la temporada
de 2003 va a ser tan, o más memorable
que la de este año. Eso depende de
muchas cosas, pero Botero estará
listo para poner todo lo que tiene.
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