El colombiano,
nacido en Medellín, se perfiló
como uno de los favoritos desde el comienzo
de la competencia y estuvo muy cerca del líder
durante las primeras etapas. Botero perdió
tiempo en la contrarreloj por equipos, etapa
en la que se empezó a ver el pobre
desempeño del Kelme, pero después
de unos días volvió a meterse
entre los cinco primeros tras ganar de forma
espectacular la contrarreloj individual entre
Lanester y Lorient.
Lo logrado por Botero en esta contrarreloj
fue contra todos los pronósticos
pues todos esperaban ver que Armstrong conquistara
la etapa. El estadounidense se tardó
11 segundos más que el ciclista antioqueño.
Sin embargo, en la etapa 14, Botero sufrió
una "pálida" en la subida
del Mont Ventoux y perdió casi 15
minutos en la general. El colombiano explicó
luego que había tenido un mal día
y que no había sido nada grave, pero
que haría todo lo posible por recuperarse
en las etapas que venían.
Y lo hizo. En la etapa siguiente se fugó
con unos pocos pedalistas, y faltando menos
de 10 Km., atacó y les sacó
una diferencia de casi dos minutos a los
que venían fugados con él
para alzarse con su segunda victoria de
etapa en el Tour. Y luego, en la etapa 17,
se volvió a fugar del pelotón
en que estaba Armstrong y quedó en
la cuarta posición en la general.
Ya no faltaban sino una etapa plana y otra
contrarreloj individual. En esta última,
Botero tuvo una buena actuación pero
su esfuerzo en las anteriores etapas le
impidió estar al mismo nivel de Armstrong,
quien ganó la etapa sin mayor dificultad.
El colombiano llegó octavo a 2 minutos
y 11 segundos del estadounidense y no perdió
ninguna posición.
Como es costumbre en el Tour, la última
etapa no fue más que un paseo para
llegar a los Campos Elíseos en París
y la clasificación general no sufrió
ningún cambio. Al final de la jornada,
Armstrong se coronó campeón
de la competencia por cuarta vez consecutiva,
seguido en la general por el español
Joseba Beloki del equipo Once y el lituano
Raimondas Rumsas del Lampre - Daikin. El
campeón de la montaña fue
el francés Laurent Jalabert, el de
regularidad fue el australiano Robbie McEwen
y el de novatos el italiano Ivan Basso.
Otro colombiano que participó fue
el ciclista del US Postal Víctor
Hugo Peña, quien trabajó durante
todo el Tour para Lance Armstrong y sólo
se pudo destacar en la última contrarreloj,
etapa que terminó en décima
posición. En la general finalizó
en la casilla 73 a 2 horas, 5 minutos y
24 segundos. Peña fue uno de los
hombres clave para su equipo, pues puso
un excelente paso en la contrarreloj por
equipos y siempre estuvo listo para ayudar
a sus compañeros cuando estos lo
necesitaron.
La actuación de Botero fue simplemente
excepcional. No sólo por haber logrado
terminar de cuarto o por lo que muestran
las estadísticas. El colombiano demostró
seguir siendo de los mejores escaladores
y contrarrelojeros del planeta, y hay que
reconocerle que todo lo hizo solo.
Mientras que Armstrong y Beloki tuvieron
siempre a sus compañeros del US Postal
y de Once trabajando para ellos, Botero
tuvo que desenvolverse solo en casi todo
momento. Varias veces que el colombiano
necesitó el apoyo de su equipo nadie
estuvo ahí para ayudarlo.
Es obvio que actualmente Kelme no es un
equipo digno de tener a Santiago Botero.
Basta con mirar la clasificación
general para encontrar que, detrás
del colombiano, el siguiente ciclista de
ese equipo es el español José
Enrique Gutiérrez, en la posición
29.
Botero hizo historia en esta edición
del Tour de Francia; repitió lo hecho
por ciclistas de la talla de "Lucho"
Herrera, Fabio Parra y Álvaro Mejía,
y ganó una contrarreloj individual,
convirtiéndose en el primer colombiano
en hacer esto en el Tour.
Este antioqueño tuvo a los colombianos
pendientes de cada uno de sus pedalazos.
Encontrar en Colombia a un deportista con
el espíritu de Santiago Botero no
es algo fácil. Este ciclista es un
verdadero ejemplo de la "berraquera"
colombiana, que aunque muchos alardean de
ella son pocos los que en realidad la tienen.
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