llegar entre el martes y el jueves de esta
semana, y luego emprendieron el descenso
para llegar a Nairobi (capital de Kenya)
el sábado en la noche.
Tras haber llegado a la cima, los escaladores
pusieron a ondear la bandera de Colombia
y entonaron el Himno Nacional.
En el camino de ascenso, el comiso de los
alpinistas fue nada más y nada menos
que frijoles, ajiaco y otros platos típicos
de nuestro país, que guardados en
empaques flexibles de aluminio, polipropileno
y polietileno pueden conservarse hasta por
tres años, y calentarse al sol o
con la temperatura normal del cuerpo.
"Para los montañistas es muy
importante disfrutar, a kilómetros
de distancia, de nuestros platos típicos.
No tenerlos genera en ocasiones angustia,
ansiedad y estrés, lo que afecta
también el rendimiento físico",
explica el montañista Nelson Cardona.
Esta es la segunda gran cumbre del exterior
alcanzada por este grupo de colombianos,
quienes en mayo del año pasado conquistaron
la cumbre del Monte Everest (el más
elevado del mundo) en el Himalaya.
Ahora, el equipo seguirá con rumbo
a la Pirámide Carstensz, en Indonesia,
y el Monte McKinley, en Alaska, que intentarán
conquistar el próximo año.
Luego, en 2004, siguen con rumbo al Monte
Aconcagua, en Argentina, y el Elbrus, en
Rusia, para terminar en 2005 en el Macizo
Vinson, en la Antártica.
Si todo marcha bien, con toda seguridad
la Expedición Manantial Siete Cumbres
conquistará todos estos montes y
dejara la bandera de nuestro país
en la cima cada una de ellos.
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