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de escasos recursos, con una inversión
superior a los 3.5 billones de pesos.
Denominado por el presidente como "corazón
grande", en alusión a la segunda
parte del lema de su campaña, el
plan se desarrollará paralelamente
con la primera parte, "mano firme",
que se refiere a la recuperación
de la seguridad de los colombianos y a la
lucha contra la corrupción.
Es un ambicioso conjunto de tareas de beneficio
social que cubre aspectos cruciales en educación,
seguridad social, recuperación del
campo, servicios públicos, propiedad,
cooperativismo y reforma urbana.
En lo que se refiere a la educación,
se tiene proyectado crear cerca de 500.000
nuevos cupos en educación básica
y media, así como 60.000 en educación
superior —a la cual se asignarán
más de 20.000 nuevos créditos
por parte del Icetex—, y brindar capacitación
a más de 1.950.000 personas en una
amplia variedad de artes y oficios, aprovechando
los servicios del Sena en todo el país.
El plan prevé la construcción
de 100 nuevas bibliotecas, la creación
de 50 bandas musicales y la vinculación
de 5.000 niños desplazados al programa
Batuta, de acuerdo con un pensamiento difundido
ampliamente por el presidente Uribe, según
el cual un niño que toque un instrumento
musical jamás empuñará
un fusil.
El aumento en el IVA para la telefonía
celular permitirá destinar más
de 54.000 millones de pesos a la construcción
de nuevos escenarios deportivos. El 25%
de ese nuevo tributo será entregado
a los distritos y departamentos para el
mismo fin.
En materia de seguridad social, el gobierno
espera vincular a más de 289.000
familias al Sistema Subsidiado de Salud
y entregar 100.000 desayunos escolares adicionales
a los 72.000 que se proveen actualmente.
En este aspecto, el gran reto de esta administración
es la creación de más de 489.000
nuevos empleos.
Se crearán nuevos cupos para 60.000
ancianos en el programa Revivir, que se
suman a los 80.000 que existen en la actualidad.
Se crearán las condiciones necesarias
para que 6.000 familias desplazadas regresen
a sus hogares.
Un presupuesto de 140.000 millones de pesos
permitirá la reestructuración
y modernización de 105 hospitales.
Continuará la campaña de vacunación
en todo el país, para proteger la
salud y la vida de 900.000 niños.
La estrategia para el campo estará
enfocada en la adjudicación de créditos,
con el fin de beneficiar a más de
4.588.000 personas con programas de adecuación
de tierras, titulación de baldíos,
distritos de riego, incentivos a la creación
de microempresas rurales y subsidios para
el mejoramiento de vivienda.
Las medidas relacionadas con los servicios
públicos van desde el saneamiento
de empresas hasta el control de las tarifas
que se cobran a los usuarios más
pobres por el consumo básico. Los
usuarios podrán ser socios de las
empresas que están en proceso de
reestructuración.
Habrá descuentos tributarios para
las empresas de acueducto que inviertan
en la construcción de acueductos
regionales o municipales.
Se aprovechará la contribución
de un peso por kilovatio creada en la reforma
tributaria para llevar energía eléctrica
a las poblaciones que no cuentan con ella
y se impulsará la construcción
de micro centrales eléctricas.
Se iniciará la revolución
de la propiedad para construir un nuevo
país de propietarios, mediante la
destinación de casi un billón
de pesos a micro créditos para la
creación de pequeñas y medianas
empresas.
La inversión de 700.000 millones
en subsidios de vivienda de interés
social beneficiará a 94.000 familias
de escasos recursos. Otros 300.000 millones
se destinarán a proveer créditos
con tasas de interés fijas para 20.000
familias de clase media.
La pérdida de la vivienda dejará
de ser una amenaza latente para miles de
deudores morosos, quienes podrán
acogerse a programas de Leasing que les
permitirán conservar sus propiedades
y pagar un arriendo mientras se ponen al
día con sus obligaciones.
El Gobierno dará un impulso adicional
a las cooperativas existentes y financiará
la creación de 46 cooperativas de
cadenas productivas, que beneficiarán
a casi 13.800 microempresarios mediante
el mejoramiento de la producción
y la comercialización de sus productos,
especialmente en los sectores de joyería,
artesanías y confecciones.
Para mejorar la calidad de vida en las
ciudades, el gobierno seguirá apoyando
la financiación de los sistemas de
transporte masivo en Bogotá y Cali,
e impulsará la construcción
de sistemas similares al Transmilenio en
Barranquilla, Bucaramanga, Pereira, Soacha
y el Valle de Aburrá.
También apoyará la construcción
de parques y ciclo rutas, algunas de ellas
intermunicipales, como la proyectada entre
Cali, Palmira y Buga.
Los responsables del Plan de Reactivación
Social serán el director de la Red
de Solidaridad Social, Luis Alfonso Hoyos,
y el subdirector de Planeación Nacional,
Alejandro Gaviria.
A pesar de corresponder al programa ofrecido
al país por el presidente Uribe durante
su campaña electoral, este plan ha
sido calificado de "ilusión"
por varios dirigentes sindicales y opositores
al gobierno. Pero, por lo pronto, su lanzamiento
y la coherencia de los elementos que lo
integran han acallado los comentarios de
quienes en las últimas semanas venían
quejándose de que el Gobierno se
había olvidado de lo social por dedicarse
a la seguridad.
Esto es una prueba irrefutable de que en
este país es imposible satisfacer
a los opositores de siempre: un grupo integrado,
salvo contadas y honrosas excepciones, por
los malos perdedores, los nostálgicos
del poder y los simpatizantes del desorden.
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